lunes, 29 de agosto de 2022

EN NOMBRE DE MI ANGELITO

Por: Fabiana Carolina - Comunicadora de la Universidad Nacional de Piura. 



Piura es una ciudad maravillosa por dónde la veas. Mucho más allá de contar con una variedad gastronómica, playas hermosas y paisajes naturales que llenan de color cada rincón de ella, Piura tiene una vasta historia llena de tradiciones y costumbres que a pesar del tiempo aún siguen persistiendo y la convierten en una ciudad con una enorme identidad cultural y popular, llena de matices y de encantos que siempre impresiona y enamora y deja con la boca abierta a más de uno.

Una de esas tantas costumbres son “Los angelitos”. Los angelitos son dulces de colores atractivos que cada 01 de noviembre en el “Día de todos los Santos” son entregados por familias piuranas a pequeños niños y adolescentes. Usualmente estos dulces se entregan en bolsitas en forma artesanal y consisten en suspiros, chumbeques, bombitas, pequeños pastelitos, dulce de camote, los cuales están hechos a base de harina, manteca, agua y chancaca.

Según cuentan diversos octogenarios se acostumbra dar estos dulces para recordar a seres queridos fallecidos, especialmente niños, los cuales disfrutan de dichos dulces a través de los menores escogidos para comer en su nombre. Es por ello, que no es necesario conocer a los niños para obsequiarles dichos “angelitos”, estos pueden ser cualquiera de nuestros familiares que tengan la misma edad del fallecido o incluso alguien que se encuentre cerca o vaya pasando por la tumba de nuestro ser querido.

Algo curioso de esta costumbre es que al momento de ofrecer dichos dulces, los familiares  suelen persignar y orar junto con el menor que recibirá los angelitos, o muchas veces suelen decir algunas frases y cantar la canción preferida del difunto, cómo mi bisabuela que antes que le diéramos el primer bocado al primer dulce, solía decir las frases “Come en el nombre de mi angelito” o “Come por mi hijito, que en paz descanse”, luego de ello nos hacía cantar y bailar, para así recordar con alegría y felicidad a ese ser que tanto amaba.

De esta manera, esta costumbre tiene un significado muy importante para aquellas personas que reparten los angelitos, pues a pesar del dolor que sienten tras perder a un hijo, hermano o sobrino, en lugar de llorar, estos recuerdan a sus pequeños niños con felicidad, pues saben que están disfrutando de los dulces que tanto les encantan, por eso buscan en medio de la gente a un niño que tenga casi la edad del pariente que perdió como una forma de poder  ver que su pequeño ángel ha regresado brevemente a disfrutar de ese día.

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